El día 10 volvimos a Rarotonga, donde nos reencontramos con nuestra querida Nana. La habíamos echado mucho de menos en Aitutaki!
Así que el sábado por la mañana nos fuimos (como es de recibo) al Market a comprar todo lo necesario para la noche gastronómica multicultural: Tortilla + Croquetas + Sushi + Udon.
Cena hispano-japonesa en Rarotonga
Estaba todo buenísimo, aunque lo mejor fue ver como uno de los invitados echaba salsa de soja en las croquetas. Llevó la fusión culinaria un paso más allá. O no se enteró de nada, no os sabría decir.
Después de la cena nos acercamos al Auditorium, donde se celebraba la final del Raro Idol. O sea, el Factor X en versión Rarotongana. El tema estaba entre un chavalín por el que todas las teens se deshacían o una mujer inmensa que cantaba la leche de bien. Muy friki el plan. Evidentemente ganó el chavalín. La fuerza de los SMS adolescentes ha llegado al paraíso.
Ganador y finalinsta del Raro Idol 2010
Y como estábamos con ganas de fiesta, cuando acabó nos fuimos a la «town» a tomar algo. Primera parada, el ya conocido Whatever Bar. Segunda parada, Rehab (el único «club» -2$ la entrada- de la isla). Tercera parada? Casita, porque era sábado y a las 12 chapan todo!! La música era una tortura (sobredosis de Rihanas y otras petardas), pero lo dimos todo contagiadas por la energía de la gente. Todo el mundo iba disfrazado, porque estaban de cenas navideñas de empresa. Todo un espectáculo!
Las 3 Marías
El domingo repetimos iglesa. ¿Os lo podéis creer? jajajajaja Llevo 3 iglesias en un mes! Quién me lo iba a decir. Esta vez no fuimos a la tradicional, sino a la católica, por aquello de comparar. La de la semana pasada era más auténtica, esta se parecía mas al concepto de iglesia que tenemos nosotros. También cantaban mucho, pero canciones más «modernas» (todo lo moderna que pueda ser una canción de misa). Lo que nos flipó fue que lo tenían montado en plan Karaoke. Cada vez que tocaba cantar, encendían una máquina de transparencias -sí, todavía existen- y proyectaban la letra en la pared. Un inventazo, vamos.
Por la tarde fuimos con nuestra Nana a a hacer Snorkel a la Aro’a Beach, que es la mejor para ello en Rarotonga. Y esta vez no tenía sorpresa dentro del tubo :). Aunque el fondo no es tan impresionante como en Aitutaki, telita lo que se puede llegar a ver a escasos metros de la costa. Hasta un par de morenas (una tenia muy mala leche)!! 100% recomendable.
El día siguiente fue muy tranquilo, ya que la mayor parte se la pasó lloviendo. Así que nos pusimos de nuevo en plan marujil y aprendimos a hacer sushi. Y como a cocinillas no nos gana nadie, nos pusimos a innovar haciendo rollos de Peanutt Butter y fruta. Palabras textuales de Nana (la experta): ¡Delicioso!
Sushi!
El día 14 fue el día de las despedidas.
Por la mañana fuimos a decirle adiós a la playa de Muri. yo crucé hasta uno de los Motus de delante, el Motupapu. Como ya os comenté, llegara esos islotes es muy facil, se puede hacer andando por el agua en unos 10 o 15 minutos, y no cubre más de un metro. Además el Motupapu parece ser un lugar mágico, al que ellos se refieren como Power Spot, que te carga de energía. Yo no noté nada especial, pa que nos vamos a engañar, pero me dijeron que daba lo mismo, que la energía del Motupapu estaba dentro de mi. Pues muy bien, oye. Que un poco de energía extra nunca viene mal!
Por la tarde nos fuimos a despedir de un precioso árbol que nos enamoró durante todo el viaje.
Flame Tree
Después nos tuvimos que despedir de nuestra scooter, que fue nuestra más-mejor-amiga durante todo el tiempo que pasamos en Rarotonga (aunque también nos dio algún que otro susto porque no se llevaba muy bien con la gravilla del suelo, y le daba por conducir por el lado contrario).
También nos tuvimos que despedir de Mama Kafo, Papa Pa y Vivienne. Nuestra familia Rarotongana, que tan bien se portó con nosotras durante todo el tiempo. Nos regalaron un collar de conchas, como manda la tradición, y nos desearon mucha suerte en nuestro viaje. Nos acordaremos mucho de ellos.
Tambien nos bebimos nuestro último coco. De esto también nos vamos a acordar! Qué cosa más buena.
Last Coconut
Y lo más dificil de todo, nos despedimos de Nana.
Nana, we love you. Hope to see you again, I don’t mind when or where. I’m sure we will eat peanut butter sushi toghether, and sing Alaska songs in a karaoke with you some day. We will miss you a lot. Here our Christmas Present, specially for our favourite bigotuda hahahaha:
Bigotudas
De las Islas Cook nos despedimos con una extraña mezcla de sensaciones:
Tristeza porque sabemos que será dificil volver. Alegría por haber aprendido muchas cosas y conocido a gente maravillosa. Satisfacción por haber cumplido un mes de viaje en el paraíso. Añoranza porque ya llevamos un mes lejos de los nuestros, y aquí están inmersos en el espíritu navideño. Emoción por llegar a nuestro próximo destino: Nueva Zelanda.
E NO’O RA, COOK ISLANDS!
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Etiquetas: Cooks, food, rarotonga